Ricardo Mollo: Un clásico que sigue latiendo

Ricardo Mollo: Un clásico que sigue latiendo


Un clásico que sigue latiendo

Ricardo Mollo lleva más de 40 años en la primera línea del rock argentino. De Sumo a Divididos, su camino es también el de miles que crecieron al ritmo de su distorsión poética. Hoy, con más de tres décadas junto a Diego Arnedo, Mollo sigue encontrando en la música un canal de expresión y búsqueda.

“Nos seguimos divirtiendo, seguimos buscando sonidos nuevos, y eso es lo que mantiene viva la llama”, dice.

Identidad propia tras Sumo

Reconstruir una carrera después de una banda icónica no fue fácil. Pero con Divididos, Mollo descubrió otra forma de conectar.

“La gente se apropiaba de las canciones. Cuando ves a alguien cantar ‘Spaghetti del rock’ con los ojos cerrados, te das cuenta de que esa canción ya no te pertenece, y eso es hermoso.”

Perfil bajo, vida simple

El Mollo íntimo se aleja del estereotipo rockero. Prefiere cocinar, cuidar plantas o quedarse horas colgado de un acorde.

“No soy amigo del ruido innecesario. Lo que tengo para decir está en las canciones.”

Música nueva sin presiones

Sin apuros por lanzar un disco, el trío experimenta con sonidos y letras nuevas. La creación, para Mollo, sigue siendo un juego.

“Estamos jugando, probando cosas. Capaz en 2026 tengamos algo para mostrar.”

El rock hoy, visto por Mollo

No se encierra en la nostalgia. Observa y valora lo nuevo, incluso si no lo representa.

“No quiero ser un señor que se queja porque no entiende. Prefiero aprender.”

La escena, el legado y lo esencial

¿Hay algo más para decir en el escenario? Para él, sí. Cada show es único. Cada canción puede renacer.

“Mientras tenga algo que compartir con la gente, voy a seguir tocando.”

Cierre

Con honestidad y sin estridencias, Mollo encarna una forma de estar en el mundo del rock sin imposturas. Su legado no se grita: se toca, se canta, se comparte.